MCA 2009

The content on this page was translated automatically.

Forster y las artes

Universidad de Kassel, Casa Internacional, 19 - 20 de junio de 2009

Desencadenado por las duras críticas de Kant, Georg Forster, en su ensayo Über lokale und allgemeine Bildung (Sobre la educación local y general) escrito en 1791, esboza el provocador pensamiento de que mientras "la forma y el dogma" siguieran prevaleciendo entre las "personas educadas mecánicamente" y la humanidad fuera en consecuencia "masacrada", los filósofos de la razón deberían ser "desterrados" de la "República". Su lugar debía ser ocupado por las artes, pues sólo ellas protegían al individuo de convertirse en una mera "máquina"; además, apelaban a la "espontaneidad de actuar y recibir". De hecho, su "negocio" va más allá de la "representación de la bella individualidad": al servicio del ser humano libre, las artes apelan a una capacidad ilimitada de entusiasmo. Este elevado canto al "entusiasmo" parece contradecir muchos juicios sobre el arte emitidos por la pluma de Forster. No precisamente quebradizo, pero a veces bastante comedido o sumario, se ocupa de la pintura, la literatura, el teatro o la arquitectura. A veces incluso tiende a emitir juicios morales. Por ejemplo, suele decir de Rubens que el pintor disfruta demasiado representando las "cosas más repugnantes de la naturaleza". ¿Se trata de discrepancias evidentes entre la teoría estética y su propia sensibilidad artística? ¿O está Forster cultivando un individualismo estético que intenta mediar entre el ideal artístico y las condiciones de vida totalmente poco delicadas del público? Para poder responder a estas preguntas, el interés completamente "asistémico" de Forster por las artes ocupará un lugar destacado en el coloquio, al igual que su amplio concepto del arte.