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"twaim ize ataugiþs warþ in anþaramma farwa, gaggandam du wehsa": excursión gótica a Speyer
La hoja se encontró en 1970 durante la renovación de la capilla de Santa Afra de la catedral de Espira. Sigue sin solución de continuidad a la última hoja de la Biblia de plata conservada en Uppsala, que se rompe en mitad del Evangelio de Marcos 16, 12 con las palabras "Afaruh þan þata ...". El fragmento de Speyer continúa el texto con "twaim ize ataugiþs warþ in anþaramma farwa, gaggandam du wehsa". (Traducción: Después se reveló en una forma diferente a dos de ellos en el camino, mientras se adentraban en el campo).
Esta hoja de Speyer es especialmente interesante desde el punto de vista lexicográfico y lingüístico-histórico, porque en ella encontramos el registro de la palabra gótica para "color", desaparecida hace mucho tiempo. Jacob Grimm había escrito en el artículo correspondiente del Diccionario alemán en 1863: "la palabra gótica [para color] sería importante oírla, en el nuevo test. no se da, del antiguo uno la aprendería, a saber de Ez. 23, 14. weish. Sal. 13, 14. Sir. 43, 12. 50, 8". En este pasaje del Evangelio de Marcos, sin embargo, se usa inesperadamente de forma metafórica cuando se informa de que Jesús resucitó "de otra forma" (in anþaramma farwa).
Tras cuatro horas de viaje en tren, visitamos el depósito del Museo Histórico del Palatinado en la Antigua Algodonera, donde el fragmento se encuentra actualmente almacenado por motivos de conservación. La conservadora, Sabine Kaufmann, y el restaurador del museo nos proporcionaron un contexto muy interesante. Entre otras cosas, la hoja estaba envuelta originalmente en una hoja de papel dirigida a Philipp Melanchthon. También pudimos ver los daños causados por los gusanos en la hoja (¡véase la foto!), que corresponden exactamente a las hojas de Uppsala. El personal del museo dedicó mucho tiempo a nosotros y a nuestras preguntas, y se nos permitió ver el fragmento de cerca e incluso hacer fotos.
Después fuimos a la catedral de Speyer para ver el lugar donde estuvo tapiado el manuscrito de 1859 a 1970, en la capilla de Santa Afra.
A las 5 de la tarde tuvimos que emprender el viaje de regreso, y aunque el trayecto de cuatro horas se nos hizo un poco más largo, guardamos un grato recuerdo de esta excursión.
Fotos (C) Stefanie Flaum