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"Mañana, mañana y mañana otra vez" de Gabrielle Zevin - Una amistad especial entre el éxito y el fracaso en la industria del juego
Sadie y Sam. Un talentoso dúo de desarrolladores de videojuegos que inspira a toda la industria del videojuego en los años 90 y es celebrado por jugadores de todo el mundo. Pero no son sólo un equipo profesional: desde que se conocieron de niños en un hospital de Los Ángeles, han compartido una amistad especial y pronto se dan cuenta de que comparten el entusiasmo por los videojuegos en general y por Super Mario en particular. La novela de Gabrielle Zevin Mañana, mañana y mañana otra vez, publicada en 2023, narra la historia de esta amistad, con todos sus altibajos.
Desencontrados desde la infancia debido a un desencuentro, los caminos de Sadie y Sam vuelven a cruzarse años después, cuando ambos estudian en Cambridge: Sam en Harvard y Sadie en el MIT. Incluso después de todo este tiempo, su pasión por los juegos de ordenador no se ha enfriado, y en su casual y breve encuentro en el andén del tren, Sadie le pasa a Sam un juego que ha programado ella misma y le pide su opinión a su viejo amigo. Entusiasmado por el talento de Sadie, Sam le propone que trabajen juntos en un proyecto más amplio. Sin muchas expectativas, los dos se lanzan de cabeza al desarrollo de su primer juego conjunto: Ichigo. Cuentan con el apoyo a varios niveles de Marx, el compañero de piso de Sam, que intenta hacer la vida más fácil a todos, tanto en su amistad con Sam como en lo que respecta al proyecto de desarrollo de los dos amigos, y entra a formar parte del equipo como productor. El juego resulta ser su gran éxito, crean una comunidad internacional de fans entusiastas y consiguen establecerse en la escena de los videojuegos.
"Y esa es la verdad de cualquier juego: sólo existe en el momento en que se juega. Lo mismo ocurre con la actuación. Al final, lo único que sabemos es a qué juego se jugó, en el único mundo que conocemos".
El trío formado por Sam, Sadie y Marx no sólo se enfrenta a nuevos retos en el plano profesional durante el periodo de éxito subsiguiente, sino que los frentes entre los amigos también parecen endurecerse. La fundación de su compañía conjunta y su creciente fama se ven ensombrecidas por traumas y lesiones emocionales y físicas. Sam, en particular, lucha contra su pasado y se retrae cada vez más.
Sadie, por su parte, lucha contra los celos cuando Sam, que se convierte en la imagen de la empresa y del juego, parece llevarse la mayor parte del mérito, a pesar de que ambos participaron por igual en su desarrollo. Pero ya sea en reuniones con grandes empresas o en conversaciones con otras personas del mundillo, una vez más se pone de manifiesto que una mujer tiene que hacerse valer más en un entorno profesional, especialmente en la industria tecnológica. Por último, un duro golpe del destino vuelve a tensar la relación entre las dos amigas y parece que se distancian cada vez más, hasta que surge la pregunta de cómo y si pueden seguir siendo amigas y también un equipo creativo.
La novela consigue meter al lector de lleno en la trama dibujando personajes dinámicos y de múltiples capas que no son penetrables a primera vista, sino cuyas historias y experiencias vitales sólo se van uniendo poco a poco. Los personajes se enfrentan a cuestiones de la vida real, a aventuras, fracasos, reveses y éxitos, y así te sientes junto a Sadie y Sam en cada situación. Los saltos temporales entre el pasado y el presente revelan gradualmente por qué Sam se ha convertido en la persona que es hoy. La trama está repleta de conflictos, malentendidos y problemas de comunicación, lo que hace que el lector: simpatice sin tomar claramente partido. Esto confiere a la novela una complejidad convincente y emocionalmente envolvente.
"A modo de demostración, Marx se subió a una silla de cocina y pronunció el discurso de "Buenos días". Se lo sabía de memoria.
"Mañana, mañana.
Y mañana otra vez se arrastra en su corto paso
De un día a otro, hasta la última letra
Letra del tiempo que nos es asignado,
Y todos nuestros ayeres tontos
A la tumba de moda brillaron"".
Temas de actualidad como el feminismo y la apropiación cultural también se entretejen hábilmente en la novela, añadiendo más profundidad a la ya compleja trama de forma agradable. La especial dinámica de la novela se ve reforzada por el uso de diferentes perspectivas en algunos capítulos, lo que permite al lector sumergirse en el entorno de un juego de ordenador durante unos instantes, por ejemplo.
A pesar de sus 560 páginas, "Mañana, mañana y mañana otra vez" es una novela muy entretenida que retrata la amistad de dos personajes muy interesantes y versátiles de una forma realista, emotiva, melancólica y con un humor hábilmente utilizado. Incluso si no estás familiarizado con los videojuegos o la cultura pop, esta novela es una gran recomendación, porque te embarcas en un maravilloso viaje a través de las décadas de la vida de Sadie y Sam - una vida marcada por la creatividad, el atrevimiento, el fracaso, la pérdida, la verdadera amistad y sobre todo: el amor por los videojuegos.